Violencia que está presente cuando van solas por la calle y no pueden evitar sentirse amenazadas por una posible violación.
Cuando dentro del ámbito doméstico se las limita tan solo a los cuidados de la casa y lxs niñxs, reteniéndolas en una jaula de hormigón de la que les es imposible salir.
Violencia que se puede apreciar cuando por su forma de vestir y/o de actuar se las considera unas libertinas y en muchos casos se las compara con prostitutas baratas.
Se ejerce opresión cuando, por ejemplo, se las obliga a mantener una relación monógama con un hombre al que han de respetar y cuidar -satisfaciendo así todo deseo afectivo-sexual que este pueda necesitar y dejando de lado las propias necesidades de la mujer-; llegando a tener a la Iglesia como cómplice, pues es esta última quien, anteponiendo los privilegios del hombre y castigando los derechos de las mujeres, da carta blanca para que se cometan abusos hacia ellas, justificándolos después y dotándolos de una falsa moralidad que dicen estar vigente en la religión.
Es por esto que también debemos condenar y condenamos las durísimas declaraciones de nuestro arzobispo, Reig Plá, que día sí y día también no duda en hacer del derecho de la mujer a manifestarse una apología del nazismo. Comparaciones totalmente fuera de lugar y que etentan directamente contra la dignidad de toda mujer y toda persona que sufrió en sus carnes la crueldad de lo que supuso estar en los campos de concentración, sobretodo para ellas.
Por último vemos como desde el propio gobierno se intenta obstruir la libertad sobre el derecho del aborto, como una prueba más de que el capital necesita de una exclusión femenina dentro del ámbito laboral para que sea esta quien asista al cuidado de la prole y siga siendo el hombre quien se encargue del trabajo fuera del hogar. De nuevo la mujer, esclavizada y a expensas de lo que el patriarcado requiera de ella.
Un ataque deliberado que atenta con fuerza contra el derecho a DECIDIR del género oprimido.
Por consecuente, se siguen sucediendo las persecuciones y las agresiones machistas hacia ellas sin que una parte de la sociedad formada mayoritariamente por hombres haga algo por evitar que esta escalada de violencia siga ejerciendo opresión contra sus libertades.
Es por eso que hoy 25 de Noviembre saldremos ahí fuera a levantar la voz contra el patriarcado y su alianza con el capital.
Lxs que estamos plantándoles cara seguiremos haciéndolo hasta el final, con todas las consecuencias.
¡¡¡LA LUCHA SERÁ FEMINISTA O NO SERÁ!!!
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