Somos
trabajadoras/es, paradas/os y estudiantes, de todas las nacionalidades que ante
la situación actual de crisis económica, social y política, viendo resurgir,
una vez más, el fascismo en nuestras calles, hemos decidido organizarnos y
actuar.
La historia de
Alcalá de Henares ha estado siempre vinculada al movimiento obrero y la
resistencia ante la intolerancia heredada del franquismo y de la Iglesia Católica.
Sin embargo, en las últimas décadas hemos presentado, tanto en el ámbito
institucional como social, un importante aumento del racismo, la xenofobia, la
homofobia, el sexismo y demás valores que no hacen sino fomentar la
desigualdad, la discriminación y el odio.
Actualmente, ante
la crisis del capitalismo vemos que, una vez más, este sistema recurre al
fascismo como herramienta de división de la población. Con su discurso
populista, el fascismo pretende identificar como enemigo a la población
migrante para ocultar el verdadero problema: estamos en un sistema que se basa
en la explotación de la mayoría por parte de una minoría.
Lo anterior se
traduce en un aumento electoral de los partidos de corte fascista en Europa,
debido en parte al gran apoyo financiero que ayuda a la difusión de su
ideología. Como ejemplos más evidentes tenemos Grecia y el partido neonazi
Amanecer Dorado.
En el Estado
español las políticas aplicadas por los gobiernos del PPSOE en materias de
educación, sanidad e inmigración, como la expulsión de los inmigrantes,
colectivo LGTBI y paradas/os de la sanidad pública, la segregación y elitización
cada vez mayor en las escuelas, los centros de internamiento de extranjeros o
el endurecimiento de las leyes de extranjería son ejemplos de cómo los valores
del fascismo son aplicados en nuestro país, haciendo caer el mito del Estado
del Bienestar.
En Alcalá de
Henares es especialmente visible esta realidad. A nivel institucional podemos
ver la presencia de un partido declarado abiertamente neonazi, como es España
2000, en el Ayuntamiento. Los colectivos LGTBI, inmigrantes, antifascistas y
sin techo sufrimos a diario la persecución de bandas que campan a sus anchas
ante la pasividad de los cuerpos de “seguridad”.
Ante esta situación
no podemos quedarnos indiferentes, por ello hemos decidido organizarnos en esta
Asamblea desde la cual combatir su discurso y fomentar los valores de igualdad,
respeto, solidaridad y multiculturalidad necesarios para construir una sociedad
en la que todas y todos seamos realmente iguales, sin importar nacionalidad,
etnia, orientación sexual o religión.
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